Imagen Cortesia: www.teletica.com
Teletica lo volvió hacer, no sé como lo hacen, pero lo volvió hacer, llevan 16 años haciendo formatos y cada formato que realizan superan al anterior.
Como ya es costumbre en toda competencia de cualquier indole, las últimas instancias son un coctel de emociones, Mundiales, Olimpiadas, reality shows, concursos de canto y baile, las emociones están a flor de piel de principio a fin.
Son muy pocos los programas que no he visto de Formatos desde la primera temporada de Bailando por un Sueño en el lejano 2007, por eso me atribuyo la propiedad para decir que de todos las creaciones que han surgido de Teletica Formatos, Spelling Bee toca un techo muy alto para Canal 7 y para la televisión nacional.
¿Cuál es la diferencia de Spelling Bee con todo los programas que Canal 7 ha hecho en poco más de 15 años? posiblemente muchos de los que vimos el programa de Spelling Bee que se transmitió este domingo 6 de agosto nos tocó las fibras más profundas de nuestros sentimientos, ningún programa producción nacional en tiempos contemporaneos ha tenido ese toque, esa formula de emocionarnos a ese nivel como Spelling Bee, ese debe ser siempre el propósito de la televisión en todo momento, transmitir sentimientos, transmitir emociones.
Quienes no saben de que hablo o simplemente no simpatizan con este tipo de propuestas, quizás piensan que estoy sobredimensionando o exagerando, los entiendo, pero el programa de este 6 de agosto me llegó bastante principalmente en el último segmento en el cual se definió al último participante que avanzó a las semifinales de la competición.
En el segmento de spelling bee tradicional, solamente uno de los 3 niños avanzarían a la semifinal, pero no contábamos de que los niños habían hecho amistad, como si la tensión de estar a los ojos de 5 millones de personas y la presión del concurso no fuese suficiente, el sentimiento de avanzar a las semifinales y que eso implicara sacar del programa a 2 amistades se convirtieron en el nuevo obstáculo de las abejitas para avanzar al penúltimo peldaño del concurso.
Los sentimientos de los participantes y quienes sintonizamos el programa afloraron con la eliminación de Marcelo y Elena, ya que obviamente todos quieren ganar el programa, pero más allá de querer continuar la competencia, hubo felicidad por Irene, quien se salvó de llegar a la semifinal, hubo tristeza por los que fueron eliminados y hubo inclusive sentimiento de culpa (según manifestado por la mismos participantes importante aclarar) por la forma en como se dio la eliminación de los que quedaron a la orilla de los 2 últimos escalones del formato.
Había que estar muerto para no llorar ¿pero es que como no llorar? sabiendo que al final todos son rivales y solo hay un gran premio para solo uno, nunca han dejado de lado el amor al prójimo, han demostrado felicidad y respeto en la victoria y solidaridad en la derrota, todo esto ocurre en momentos en una sociedad cortante y valeverguista, donde se perdió el aprecio y la estima por los demás, dentro de un país sometido a su peor derramamiento de sangre en toda la historia donde 538 compatriotas han fallecido en homicidios.
El simple hecho de que los propios participantes hayan proyectado y manifestado por sus propias palabras sentimiento de culpa nos hizo llorar a la mayoría que vimos el programa, no es para menos, puedo hablar por mi y en el entorno de muchas personas que hasta el domingo 6 de agosto pudimos llegar a ver esa empatía y amabilidad hacia los demás que caracterizó al país en su momento a nivel mundial, eso es lo que inconscientemente nos hizo llorar porque añoramos y soñamos con una Costa Rica más solidaria y empática, que no tengamos que esperar un concurso de 12 programas un día a la semana para ver estima y aprecio por los demás, desde hoy podemos enderezar el camino por el que va el país, si asumimos con responsabilidad el rol que nos corresponde a todos, desde cada una de nuestras trincheras con un granito de arena podemos hacer que las cosas cambien.
Gracias Canal 7, gracias Teletica Formatos y gracias participantes de Spelling Bee, gracias porque cada uno de ustedes han renovado mis esperanzas por la gente, que aun hay una pequeña luz de esperanza en la oscuridad de que podamos tener un país mejor.
