Este domingo cayó el telón de la primera temporada del programa de Teletica Canal 7, Spelling Bee con la victoria de Javier Rojas, quien con todo mérito levantó el trofeo, ganó $10.000 y un cuarto tecnológico, además de entrar en los registros como el cuarto niño en ganar un espacio producido por Teletica Formatos desde el año 2007 (Sin contar con Super Estrellas y Pequeños Gigantes), si tomamos en cuenta a los ganadores de la categoría de niños en las últimas 3 temporadas de Nace una Estrella.
Es claro y bien merecido lo tiene que el ganador reciba todo el reconocimiento y los reflectores, eso está bien claro, salir victorioso de un concurso tan retador no es para menos.
Cuando se termina un concurso o un programa lo habitual y es normal quedarnos con la imagen del ganador, del campeón, el que levanta el trofeo o recibe la medalla oro, pero en esta ocasión en Spelling Bee para mi los 52 niños que comenzaron en el programa todos son ganadores, todos tienen mis respeto y mi admiración, desde el primer niño que pasó adelante a deletrear hasta Irene, Camila y Javier, quienes ocuparon los primeros 3 lugares del concurso.
Para un apasionado de la televisión tradicional, para uno que creció idolatrando a figuras de la pantalla chica, ver a niños que a lo mejor (no se si fue así) tenían como sueño salir en televisión y ver cristalizado esos sueños, no puedo ocultar el sentimiento de que se me hace un puño el corazón porque llegar tan alto a tan corta edad, me da mucha ilusión y alegría ver que su sueño (si ese era el sueño de los participantes) se hiciera realidad, porque esa fue nuestra aspiración de pequeños en épocas anteriores como el de muchos era ser bombero, ser policía, ser maestro / maestra, para otros era ser periodista, presentador o narrador pero por falta de voluntad o miedo quedó solo en una idea.
Y posiblemente se preguntarán ¿salir en tele "es llegar tan alto"? así es y en esta época mucho más, salir en tele y estar en la mira de 5 millones de personas en tiempos de redes sociales en donde todo el mundo es perfecto y nadie se ha equivocado en su vida, solo lo puede hacer un selecto grupo privilegiado de personas casi que elegidas, con solo una aparición en tele, esa sería la anécdota que uno tuviera para toda la vida porque talvez no era su sueño, pero ese reconocimiento publico temporal marcó un antes y después en su vida que si es bien aprovechado y si es del interés de la persona le puede abrir varias puertas no necesariamente en televisión.
Todos los participantes de Spelling Bee además de lidiar con la presión y la tensión del programa, tenemos que reconocerles y es donde yo digo que son unos verdaderos campeones, obviamente hubo una preparación previa y todo, pero es que saltaron a la pantalla chica con 0 referencia en el sentido de que no existía un programa en su tipo en esta parte del planeta, además la última vez que vimos a niños siendo parte importante de un programa en la televisión nacional fue el 28 de mayo del 2016 cuando se transmitió por última vez RG Elementos, o sea cuando varios de ellos estaban en pañales y recibían leche materna, nunca en su vida vieron RG Elementos y ni tienen idea de que se trataba Recreo Grande, eso claro es de sobresalir.
El simple hecho de estar frente a esa cámara Canon Super 55 HD con el bombillito encendido y saber que atrás de ese lente tan pequeño hay 5 millones personas observándolos deletrear con total atención hace ganadores a todos los participantes de Spelling Bee, a mi ni aunque me ofrezcan ₡50.000 por solo decir solamente "Hola" ni loco me pongo al frente a esa cámara, lo más seguro es que cualquiera de nosotros nos da algo.
Estos niños llegaron a probar suerte a las audiciones sin pasarles por la mente que su paso por la televisión no solo marcaría sus vidas, sino también la de los televidentes, nos sometieron voluntariamente a un carrusel de emociones nos tuvieron a la orilla del sillón por 2 horas, nos hicieron reír y llorar, posiblemente más llorar que reír, porque ya habíamos perdido las esperanzas en el futuro del país, en tiempos donde lo que sobresale de las escuelas y colegio es el matonismo y las agresiones entre estudiantes, pero creo que después de Spelling Bee podemos suspirar hondo del alivio que todavía hay futuro en Costa Rica, hay empatía, amor al prójimo, solidaridad y respeto entre personas, si estos niños proyectaron en televisión todo este coctel de valores ¿Cómo es posible que entre grandes no los pongamos en practica?.
Spelling Bee deja bastantes sensaciones, sería un muchísimo mejor programa sin ese aterro de anuncios, pero a la vez uno entiende que sacar al aire un programa de televisión abierta de semejantes proporciones hubiera sido imposible sin esa cantidad de anuncios, banners, menciones comerciales, porque como dice un conocedor del tema con el que traté tiempo atrás sin "cacao no hay chocolate", tal vez el punto negro en el tapete blanco de las dimensiones de la cancha del Estadio Azteca fue al momento de la premiación cuando a Camila se le entregó el premio de segundo lugar justo cuando premiaron a Javier (Salvo que este punto ya estaba conversado de previo que así iba ser la premiación), --hay que tomar en cuenta que Spelling Bee es apenas el segundo formato desde la primera temporada de Bailando por un Sueño cuyo ganador no se elige a través de elección popular, por lo que la premiación claro sería diferente, pero no dejó de ser un detalle menor--, que en Costa Rica si se puede hacer productos televisivos de calidad internacional y como lo he dicho en épocas anteriores sin temor a equivocarme somos una potencia en televisión en la región.
A todas las personas que tuvieron alguna relación con el programa de Teletica Canal 7, Spelling Bee, desde la persona que un día se levantó y se le ocurrió comerse este chicharrón hasta la persona que apagó las luces del Estudio Marco Picado el último día del programa, muchas felicidades por tan bonito espacio, muchas gracias por ese rato de distracción y entretenimiento (aunque fue mas tensión que otra cosa), me quito el sombrero ante todos ustedes.
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