Desde antes de ingresar a trabajar como Agente de Ventas de una empresa de televisión satelital direct-to-home, siempre me ha gustado tener amplio conocimiento de la programación que se transmite diariamente en los canales nacionales y los más tradicionales en la televisión por cable, en uno de esos días, hace casi un año específicamente, una serie live-action que transmiten en Disney Channel captó la atención de este mortal para siempre: Liv y Maddie.
La serie es un sitcom dirigido **UNICAMENTE** para un publico joven que no debe de superar los 17 años, pero a pesar de que tengo 10 años más del limite establecido por no sé quien, no experimento ningún tipo de vergüenza de expresar a los 5 vientos que es de las pocas series gringas de cable que me ha cautivado en muchísimo tiempo
Ver todos los días Liv y Maddie a las 4 pm en Disney Channel es como si yo pasara 22 minutos diarios en un espejo, pues cada situación, cada instante del programa me hace sentir totalmente identificado.
Como toda serie que se transmite en Disney, Liv y Maddie tiene la familia tradicional, solo que en esta oportunidad es mas idealista de lo acostumbrado, pues esta singular pareja se trata de 2 gemelas con personalidades totalmente diferentes, Liv es una famosa actriz de Hollywood, mientras que Maddie es capitana del equipo de baloncesto de su colegio ¿Asi o más Disney Channel?, con esta descripción posiblemente quedaron más que convencidos que se trata de otra serie sitcom superficial y de estereotipos, pero no, no es asi.
A pesar de que las 2 viven gran parte de la serie disfrutando las mieles del triunfo en sus campos, tanto las gemelas como toda su familia viven mismas situaciones que posiblemente usted o su familia han vivido ya sea cuando fueron jovenes o con seres cercanos, en muchos capitulos, la serie tiene como objetivo a parte de hacer reir a su audiencia busca siempre dar un mensje, dejar un aprendizaje una moraleja, lo que hace el programa tenga su toque mágico para llegarle a personas de cualquier edad, no importa si se tiene 12 o 40 años.
Luego de los exitos de muy recordados sitcoms como Aprendiendo a Vivir o Lizzie McGuire (que fueron por mucho tiempo, piedra angular de la programación de Canal 7 cuando era familiar), hace mucho, muchisimo tiempo, una serie de este tipo no llenaba los ojos de la gente, como Liv y Maddie, aquella mezcla de humor y aprendizaje que pretendía ofrecer Disney Channel a inicios de la pasada década, todas aquellas con estilo propio y ajustadas a su época, parecía haber a quedado completamente en el olvido, pero Liv y Maddie se convirtió en un desafio a lo tradicional a los sitcoms teen que se venían transmitiendo en televisión por cable últimament con guiones vacios sin ningún tipo de impacto en la gente, con temas y situaciones sin sentido, muchos de ellos olvidados con el tiempo.
El mensaje, las enseñanzas y las situaciones que viven los personajes de la serie Liv y Maddie a través de las 4 temporadas, no deben ser vistas como un programa más de quinceañeros si no más bien debe servir como material didáctico audiovisual de jovenes y padres de familia para conocer, entender y comprender el entorno y ambiente que rodean a los adolescentes en estos tiempos, momentos jocosos, las victorias, los fracasos, el amor, el rechazo, las rupturas, todos esos elementos se mezclan en 22 minutos para hacernos reir frente al televisor e inconscientemente aprender muchas cosas que muchos a lo mejor en otro tipo de canales por más educativos y cool que sean nunca nos van a enseñar.
Lamentablemente este viernes 24 de Marzo, Liv y Maddie se despide la pantalla chica tras un paso exitoso por Disney Channel de Estados Unidos, 5 años, 4 temporadas, más 70 capitulos, quedarán en la memoria colectiva, dejando un gran vacio entre sus fieles seguidores, quienes al final son los que llevaron a Liv y Maddie a la cima, pero su legado será recordado y los jovenes y no tan jovenes que tuvieron la oportunidad de verla y reirse con las ocurrencias de la familia Rooney, la recordarán por muchos años.
Este es el tipo de programas sque urgen en la muy lastimada televisión nacional, programas que reúnan a la familia, que entretengan, que sea un rato entretenido con hermanos y padres, no una televisión contaminada de novelas, narconovelas y programas fracasados de discursos desvariados, donde para aprender y conocer no sea necesario cortarse las venas con una stihl de farmagro, al menos Liv y Maddie tiene más fondo moral que "De Boca en Boca", "Pobre Gallo" o "Contamelo Todo"